Numerosos sistemas de gestión de activos (AMS, por sus siglas en inglés) han estado activos durante décadas, sus procesos están bien desarrollados y ofrecen apoyo a la gestión operativa y al mantenimiento de las infraestructuras viales. Las autoridades nacionales de carreteras (NRA, por sus siglas en inglés) generan y recopilan numerosos datos sobre el patrimonio vial en distintos formatos, los almacenan y los cargan en dichos sistemas. En los últimos años, el modelado de información de construcción (BIM, por sus siglas en inglés) se ha establecido de forma sólida en el sector de las infraestructuras. El proceso está diseñado para crear, recopilar, mantener y utilizar de forma eficaz información sobre el patrimonio vial a lo largo del ciclo de vida útil de sus elementos. Para que ambos sistemas funcionen mejor, las NRA deben establecer un flujo de información eficaz entre ellos. Es decir, los AMS deben ser capaces de acceder y utilizar datos de entornos BIM para permitir tomar decisiones eficientes e informadas sobre el mantenimiento del patrimonio vial y los entornos BIM deben ser capaces de acceder y utilizar datos operativos disponibles en los AMS con el fin de que estos resulten más útiles en la fase operativa de un elemento del patrimonio vial.